Hoy voy a hablar de una percepción que
estoy teniendo en algunas visitas a empresas que estoy realizando. Creo que la
mente abierta de muchas de ellas les ayuda mucho en evolucionar y en mejorar en
su día a día. Pienso que hoy más que nunca los modelos estancos sin evolución
alguna son el principio del fin para demasiadas empresas.
La dirección marca el camino
Está claro que no puede ser que esa
flexibilidad sea perjudicial porque
si fuera así todos los entornos de trabajo serían demasiado abiertos, eso nunca
es bueno. La dirección marca en cada una de las áreas de trabajo de su empresa
las pautas de trabajo. Por algo se entiende que son las personas que mejor
conocen la organización, el sector y las personas que trabajan en ella. Hay roles en las empresas que
requieren mucha más libertad en su trabajo diario que otros. Hay personas que
si están en una cadena de producción en la que todo está medido y
muy estudiado no hay mucho que cambiar en su día a día. Habrá ideas y cambios
que proponer pero que sólo se podrán llevar a cabo después de un consenso
amplio y una vez probado que mejora lo que tenemos. Hay otros trabajos más
innovadores o que su día a día permite una mayor flexibilidad y en la que la
dirección marcará hasta dónde llega esa permisividad para trabajar de una
manera u otra.
Los departamentos estancos no son muy
recomendables.
Hay cosas que funcionan y si es así
para qué cambiarlas. Eso es cierto y hay muchos casos en los que no serán
recomendables demasiados cambios. Pero aun así en este tipo de trabajos siempre
habrá procesos que mejorar. Quizás nuestro modelo funcione, pero no quiere
decir que no sea mejorable. Yo siempre digo que la autocomplacencia es el
principio del fin para muchas organizaciones. La experiencia nos dice que
tenemos que tener la mente abierta y no estancarnos en que nuestros procesos
internos de nuestra organización son los mejores y no hay margen de mejora. Eso nunca es verdad, en un mundo tan cambiante donde la
competencia es brutal en todos los sectores la evolución en nuestros modelos de
trabajo tiene que ser continúa. Hay directivos que conozco que suelen decir que
una pequeña crisis interna dentro de la organización de vez en cuando es hasta
bueno para que el personal no se acomode. El ser humano tiende a ser un animal
de costumbres y en la economía actual no necesitamos autómatas en
las empresas, se necesitan personas con inquietudes que estén continuamente
pensando en cómo mejorar su trabajo diario y el de su empresa.
Si algo no funciona no siempre es por
las personas.
Hay departamentos y sectores donde la
rotación de personal es muy grande. Hay directivos que piensan que
su modelo de trabajo es el mejor y que no tienen "suerte" o
"acierto" en la elección de las personas que componen su
organización. Parece de sentido común que quizás habría que plantearse en
algunos casos si nuestros procesos internos son los
más adecuados para nuestro modelo de negocio. Es por lo menos discutible que si
no acertamos con las personas quizás no sean ellas las causantes de que nuestra
empresa no consiga los objetivos que se marca. En estos casos hay que mirarse
hacia dentro de uno mismo y replantearse si algo no se
está haciendo bien dentro de la organización.
Las personas son el mayor activo de
las empresas. Aprovechemos sus recursos.
Muchos empresarios y directivos
recalcan que las personas que componen su organización son el mayor activo de
sus empresas. Muchas veces es así y cuando lo dicen es porque han aprovechado
bien sus virtudes y sus cualidades para engrasar a cada una de ellas en un
equipo que hace que todo funcione de una manera ágil y efectiva. La
profesionalidad de estas empresas se basa en que todo el mundo sabe lo que
tiene que hacer y aprovecha al máximo las virtudes de cada uno de sus miembros.
Es una pena cuando hay excelentes profesionales en
empresas que dedican su tiempo a labores en las que no son tan buenos o en las
que no se explotan bien sus cualidades. Yo pienso que hoy más que nunca todos
los trabajadores debemos de ser polivalentes, pero eso no quita que cada uno
debemos de tener un rol bien definido en el que se explote al máximo nuestras
virtudes. Me he encontrado empresas en
las que hay personas que hacen exactamente lo mismo con unos roles totalmente
distintos. Eso en mi opinión no es adecuado en la mayoría de los casos
porque ahí se están desaprovechando recursos dentro de la organización. No hay mayor pecado en una empresa que no
aprovechar los recursos humanos que uno tiene. Esta frase la he leído en varias
ocasiones y no puedo estar más de acuerdo con ella. Pienso que una de las labores más importantes de los
directivos y de los mandos intermedios en las empresas es conocer lo mejor
posible a sus trabajadores. En todos los trabajos debe de ser así, de esa
manera sabrán mejor cómo aprovechar ese recurso tan valioso que es único en
todas las empresas.
Conclusión. Evolución constante.
Para terminar, sólo querría resaltar
que con este post lo que intento es transmitir que debemos de tener siempre la
mente muy abierta. Tanto los trabajadores como los directivos o mandos
intermedio. Siempre debemos de pensar en mejorar y evolucionar nuestros
procesos internos en las empresas. No nos estanquemos ni echemos la culpa a los
demás, siempre desde la autocrítica y conociendo cada
vez mejor a todos los trabajadores que formamos las empresas podremos mejorar. Aprovechando nuestro recurso más
valioso (Las personas) empezaremos a construir un modelo de negocio cada vez
más profesional, efectivo y rentable.
Asier Oñativia