domingo, 29 de enero de 2017

La flexibilidad de los modelos de trabajo. No son estancos, evolucionan.

Hoy voy a hablar de una percepción que estoy teniendo en algunas visitas a empresas que estoy realizando. Creo que la mente abierta de muchas de ellas les ayuda mucho en evolucionar y en mejorar en su día a día. Pienso que hoy más que nunca los modelos estancos sin evolución alguna son el principio del fin para demasiadas empresas. 

La dirección marca el camino 

Está claro que no puede ser que esa flexibilidad sea perjudicial porque si fuera así todos los entornos de trabajo serían demasiado abiertos, eso nunca es bueno. La dirección marca en cada una de las áreas de trabajo de su empresa las pautas de trabajo. Por algo se entiende que son las personas que mejor conocen la organización, el sector y las personas que trabajan en ella. Hay roles en las empresas que requieren mucha más libertad en su trabajo diario que otros. Hay personas que si están en una cadena de producción en la que todo está medido y muy estudiado no hay mucho que cambiar en su día a día. Habrá ideas y cambios que proponer pero que sólo se podrán llevar a cabo después de un consenso amplio y una vez probado que mejora lo que tenemos. Hay otros trabajos más innovadores o que su día a día permite una mayor flexibilidad y en la que la dirección marcará hasta dónde llega esa permisividad para trabajar de una manera u otra. 



Los departamentos estancos no son muy recomendables. 

Hay cosas que funcionan y si es así para qué cambiarlas. Eso es cierto y hay muchos casos en los que no serán recomendables demasiados cambios. Pero aun así en este tipo de trabajos siempre habrá procesos que mejorar. Quizás nuestro modelo funcione, pero no quiere decir que no sea mejorable. Yo siempre digo que la autocomplacencia es el principio del fin para muchas organizaciones. La experiencia nos dice que tenemos que tener la mente abierta y no estancarnos en que nuestros procesos internos de nuestra organización son los mejores y no hay margen de mejora. Eso nunca es verdad, en un mundo tan cambiante donde la competencia es brutal en todos los sectores la evolución en nuestros modelos de trabajo tiene que ser continúa. Hay directivos que conozco que suelen decir que una pequeña crisis interna dentro de la organización de vez en cuando es hasta bueno para que el personal no se acomode. El ser humano tiende a ser un animal de costumbres y en la economía actual no necesitamos autómatas en las empresas, se necesitan personas con inquietudes que estén continuamente pensando en cómo mejorar su trabajo diario y el de su empresa. 



Si algo no funciona no siempre es por las personas. 

Hay departamentos y sectores donde la rotación de personal es muy grande. Hay directivos que piensan que su modelo de trabajo es el mejor y que no tienen "suerte" o "acierto" en la elección de las personas que componen su organización. Parece de sentido común que quizás habría que plantearse en algunos casos si nuestros procesos internos son los más adecuados para nuestro modelo de negocio. Es por lo menos discutible que si no acertamos con las personas quizás no sean ellas las causantes de que nuestra empresa no consiga los objetivos que se marca. En estos casos hay que mirarse hacia dentro de uno mismo y replantearse si algo no se está haciendo bien dentro de la organización.



Las personas son el mayor activo de las empresas. Aprovechemos sus recursos.

Muchos empresarios y directivos recalcan que las personas que componen su organización son el mayor activo de sus empresas. Muchas veces es así y cuando lo dicen es porque han aprovechado bien sus virtudes y sus cualidades para engrasar a cada una de ellas en un equipo que hace que todo funcione de una manera ágil y efectiva. La profesionalidad de estas empresas se basa en que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer y aprovecha al máximo las virtudes de cada uno de sus miembros. Es una pena cuando hay excelentes profesionales en empresas que dedican su tiempo a labores en las que no son tan buenos o en las que no se explotan bien sus cualidades. Yo pienso que hoy más que nunca todos los trabajadores debemos de ser polivalentes, pero eso no quita que cada uno debemos de tener un rol bien definido en el que se explote al máximo nuestras virtudes. Me he encontrado empresas en las que hay personas que hacen exactamente lo mismo con unos roles totalmente distintos. Eso en mi opinión no es adecuado en la mayoría de los casos porque ahí se están desaprovechando recursos dentro de la organización. No hay mayor pecado en una empresa que no aprovechar los recursos humanos que uno tiene. Esta frase la he leído en varias ocasiones y no puedo estar más de acuerdo con ella. Pienso que una de las labores más importantes de los directivos y de los mandos intermedios en las empresas es conocer lo mejor posible a sus trabajadores. En todos los trabajos debe de ser así, de esa manera sabrán mejor cómo aprovechar ese recurso tan valioso que es único en todas las empresas. 



Conclusión. Evolución constante. 


Para terminar, sólo querría resaltar que con este post lo que intento es transmitir que debemos de tener siempre la mente muy abierta. Tanto los trabajadores como los directivos o mandos intermedio. Siempre debemos de pensar en mejorar y evolucionar nuestros procesos internos en las empresas. No nos estanquemos ni echemos la culpa a los demás, siempre desde la autocrítica y conociendo cada vez mejor a todos los trabajadores que formamos las empresas podremos mejorar. Aprovechando nuestro recurso más valioso (Las personas) empezaremos a construir un modelo de negocio cada vez más profesional, efectivo y rentable. 

Asier Oñativia