Esta frase tan repetida en la historia toma más valor cuánto
más complejas se vuelven las cosas. En la era de la digitalización que vivimos
actualmente en la que la automatización de todo lo que se pueda automatizar es
nuestra obsesión lo simple siempre se impone a lo complejo.
Desde que Leonardo da Vinci que es uno de los mayores genios
de la historia afirmó la frase que da título al post la evolución no ha
cambiado la validez del concepto. Otro de los genios de nuestro siglo, Steve
Jobs, utilizaba ésta premisa como propia para el diseño de su mundo de la
manzana en Apple.
Da igual lo que haya debajo de lo que nosotros vemos. Las
“tripas” de nuestros Iphone no dudéis de que sean muy complejas pero eso al usuario
final le da igual. Lo que nos vende Apple no es lo que hay dentro. Ellos nos
pretenden vender sueños según la ideología del propio Jobs. Él estaba
convencido de que no vendía productos, lo que él pretendía es crear productos
para ayudar a cumplir los sueños que sus consumidores tenían. Lo que a él le
gustaba era crear experiencias especialmente brillantes que impactarán en su
público. Y con estas premisas consiguió el éxito absoluto. No creó clientes,
creó una comunidad de fans que eran auténticos embajadores de su marca.
Hay un dicho que me gusta mucho, “Innovar significa la
eliminación de lo innecesario”. Otro de los principios básicos del propio Jobs.
Con todo esto y poniendo como ejemplo a Apple quiero transmitir que lo más
importante cuando pensamos en crear algún producto que mejore la gestión de
nuestras empresas o la eficacia de nuestros procesos es que tenemos que pensar
en hacerlo todo sencillo. Si estamos desarrollando o implantado una nueva
aplicación informática es muy probable que nos haya costado miles de horas
desarrollarla pero es clave que cuando la mostremos a los usuarios finales
ellos detecten que lo que están viendo es realmente sencillo y mejora lo que
tienen. Si cuando vamos a enseñar a los que van a usar ese “cambio” que tanto nos
ha costado concretar y diseñar perciben que lo que les estamos explicando es
muy complicado de entender algo hemos hecho mal.
En el mundo de las aplicaciones de gestión que es dónde yo
me he movido en toda mi vida laboral muchas veces chocamos con éste problema.
Es cierto que hay algunos temas que son especialmente complicados de
simplificar pero siempre se puede mejorar esa simplificación. Por muy complejo que sea el tema que vayamos a
tratar en nuestra aplicación hay que intentar hacerlo lo más sencillo posible,
si una vez mostrado nuestro producto percibimos que al que lo ve por primera
vez le parece útil habremos acertado en algo
que es primordial para que triunfemos.
Si después de una presentación de varias horas nuestros
oyentes se van con la sensación de que no han entendido casi nada o que la
complejidad de lo que le ofrecemos es muy grande habremos fracasado en algo muy
importante, transmitir inquietud e interés a nuestros oyentes. Nunca pensemos
en que lo complejo vende más porque pensarán que vaya cosas más difíciles hace
nuestro producto.
Pensemos en el “Elevator pitch” (Anglicismo que se utiliza
para simular el tiempo de un viaje en ascensor para presentar un proyecto
nuevo). Pongámonos en la situación de que en máximo 2-3 minutos tenemos que
crear interés en unas personas que pueden ser nuestros potenciales clientes.
Tenemos que ir al grano, no podemos perder mucho tiempo y si no somos concretos
habremos perdido nuestra oportunidad.
Otro ejemplo pueden ser los “Business Angels” (Inversores de
start-up que ven cientos de proyectos en meses y que deciden invertir en
algunos de ellos). Hay veces que estas personas dedican jornadas a ver sólo
ideas de negocio a las que dan aproximadamente 10 minutos para explicarlas a
sus promotores. En ese tiempo ellos si no ven que lo que les presentan es algo
realmente bueno e innovador ni consideran entrar en su proyecto. Si en ese poco
tiempo consiguen transmitirles una inquietud luego ya profundizarán en el
proyecto para ver si realmente invierten o no en el mismo. Pero lo que explicas
tiene que ser muy sencillo de entender y que tus oyentes te tengan en cuenta en
una batería de decenas de proyectos que se presentan uno detrás de otro el
mismo día.
Resumiendo, intentemos no complicar nuestro mensaje hacia
nuestros potenciales clientes. Hay que decir lo que ofrecen nuestros productos
o servicios en el mínimo tiempo posible y de la manera más clara que se pueda.
A veces es difícil por lo complejo del tema que tratamos pero siempre hay que
intentar simplificar.
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