Hoy voy a hablar de un aspecto que nos puede afectar en
múltiples ámbitos de la vida pero yo me voy a centrar en aspectos
profesionales. Estoy seguro que a todos nos ha pasado alguna vez que nos han
propuesto un cambio en nuestro día a día profesional que nos ha parecido un
cambio a mejor pero que ese miedo al cambio nos ha impedido dar el paso.
Hace unos días hablaba con una amiga que se había puesto de
freelance ofreciendo servicios de asesoría y gestoría a pequeñas empresas y
autónomos. Y le está pasando una cosa por lo menos curiosa. Se ha encontrado
con mucho feedback propenso al cambio de proveedor porque no estaban
satisfechos con los servicios que les daba su proveedor actual. Ella les
explicaba lo que iban a ganar con el cambio y les gustaba lo que oían. Pero
después de todo esto llegaba lo que suele detener todos los procesos de
cambios, la pereza y el miedo. Los argumentos eran muy simples:
-
Es que llevo muchos años con ellos …
-
¿Cómo les voy a decir que ya no quiero trabajar
con ellos?
-
No tendré problemas o represalias por el cambio.
-
No estoy contento pero a ver si voy a ir a peor.
Virgencita, virgencita que me quede como estoy
-
¿Qué me va a suponer el cambio?
-
¿Seguro que vas a poder ofrecerme lo que me has
dicho?
Cambiar no es saltar al vacío. |
Si no damos pasos hacia adelante nunca conseguiremos crecer
y mejorar.
Mi Yo Interior me lo impide
A mí me está pasando más de lo mismo. He realizado varias
presentaciones de un producto que estoy comercializando y podría transcribir lo
que he escrito en el ejemplo anterior. A casi todo el mundo le encanta, el precio no es
una barrera de entrada pero siempre cuesta incorporar algo nuevo a nuestra
rutina diaria. Y en servicios relacionados con gestionar la imagen de marca de un
par de empresas en la red para vender más también me ha pasado lo mismo. Quieren
hacerlo, les pones un precio muy asequible pero siempre está ese YO INTERIOR poco propenso al cambio que nos impide afrontar con valentía esos cambios.
Aunque creamos que el cambio es a mejor es muy complejo vencer y derribar a ese
YO INTERIOR que como un martillo pilón golpeando nuestra cabeza intenta impedir nuestros pasos hacia
adelante.
También lo podemos aplicar a cambios en nuestra trayectoria
profesional que nos cuesta dar porque ese YO INTERIOR es más fuerte que todos
nosotros. No damos un paso por el miedo interior que
siempre está ahí y que es muy difícil de vencer.
Pensemos en positivo
A todos nos ha pasado que cuando viene un cambio en nuestra
organización sea del índole que sea todo el personal afectado se pone a la defensiva. El
primer pensamiento de la gran mayoría es pensar en la parte negativa que le va
a suponer el cambio para él. También piensa la mayoría de la gente que le va a
dar más trabajo y a ver qué problemas le va a acarrear éste cambio. Y muy pocos
piensan en lo positivo que va a ser el cambio para él en su trabajo personal y
también en lo que va a mejorar la empresa a nivel global como equipo. Esto
sería lo normal pero todavía cuesta en muchos ámbitos laborales inculcar el
pensamiento colectivo. Parafraseando a un entrenador muy famoso hay que cambiar
el famoso “Tú siempre negativo, nunca positivo". Os dejo un video de esa
histórica rueda de prensa.
Si no avanzamos e innovamos será el principio de nuestro
fin. No podemos creernos los mejores porque siempre todos tenemos innumerables
ámbitos en los que mejorar. Vivimos en un cambio de época y no en una época de
cambios. Sin ir más lejos el que no se actualice y entre de lleno en la era de la
digitalización acabará pagándolo muy caro, no hay vuelta atrás. Tengamos una mente abierta.
Asier Oñativia
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