martes, 24 de junio de 2014

EL CONTROL “COMPARTIDO” DE TU NEGOCIO AL MAXIMO DETALLE MARCA LA DIFERENCIA

Ahora que me estoy formando en herramientas orientadas a sectores distintos al de la construcción sigo confirmando que al final todas las herramientas de gestión buscan lo mismo adaptándolas a cada casuística. Si conseguimos  saber cómo es al máximo detalle el día a día de nuestra empresa podremos tomar decisiones con menos posibilidades de equivocarnos.


El alto nivel de subcontratación de nuestro sector de la construcción sí que impide en cierta manera  en algunos casos un mayor rigor en el control de los costes. Es más sencillo controlar tus recursos que los de otros por mucho que trabajen para ti. Para empezar lo que necesitamos siempre es una herramienta muy flexible que permita configurar nuestra realidad al máximo detalle. Si no podemos tener un software para controlar nuestra producción que se adapte como un guante a nuestra forma de trabajar ya hemos terminado. Siempre lo digo pero es así, nunca hay que adaptarse a una aplicación, la aplicación deber ser lo suficientemente buena para adaptarse a nosotros.

Debemos de poder descomponer y ordenar tareas, ajustar los tiempos que necesitamos para preparar el material y las máquinas de nuestra planta, secuenciar operaciones, identificar cuellos de botella y desglosar tareas de todo nuestro personal. Hay que poder configurar todo lo que producimos para saber en qué máquinas lo podemos hacer, los tiempos que tardamos por cada N unidades y saber los tiempos de espera en los que las máquinas no estén operativas. Todo ello sincronizado en tiempo real con los pedidos de nuestros clientes nos permitirá dar datos reales de cuándo vamos a conseguir realizar nuestras entregas y de organizarnos si entran pedidos inesperados que obliguen a una reestructuración de nuestra producción prevista. Nos permitirá planificarnos mucho mejor.

Trabajo de configuración y desglose al máximo detalle

Todo esto que hablo es más que necesario que esté compartido al máximo con los operarios que trabajan en nuestra empresa. Ellos deben de saber para qué sirve que cada vez que vayan a trabajar en su máquina tengan que elegir en su pantalla táctil o en su ordenador las tareas asignadas o por qué van a parar la máquina por una u otra razón. Si esto es transparente y ellos saben que intentamos todos mejorar los procesos para ganar en productividad lo van a entender mucho mejor. Debemos de enseñarles marcadores, valores, ratios, etc. que les hagan ver que lo que hacen sirve para mucho.

Las personas que toman decisiones deben de tener un cuadro de mando en tiempo real según sus responsabilidades que permita acertar en la toma de las decisiones que corresponden a su cargo. Si sabemos en todo momento los recursos que disponemos y  las posibilidades que tenemos podremos acertar en hacer lo más adecuado según cada situación que nos encontremos. Deben saber siempre  la actividad actual de sus plantas de producción, tienen que tener un mapa de todas las plantas en el que vean en tiempo real qué es lo que se hace en cada máquina para poder mejorar la productividad de la planta. Si todo el personal está involucrado y compartimos datos que nos reporten información con los operarios todos verán que el objetivo es lógico y compartido. Mucha gente de producción nos podrá dar ideas para mejorar nuestra productividad porque ellos sabrán perfectamente para qué tienen que informar a nuestros sistemas de gestión de su actividad diaria en la planta. En estos análisis saldrán medidas de corrección para mejorar procesos, serán  los propios operarios que son los que producen los que nos ayudarán a identificar estas posibles mejoras que todos compartimos que se pueden afrontar. Decisiones lógicas y compartidas es seguro que tendrán más comprensión que las impuestas e incomprendidas por alguna de las partes.

Monitorizar nuestra planta en tiempo real.

También es verdad que hay que tener cuidado con la información excesiva. Tenemos que saber filtrar y centrarnos en lo que realmente es importante para mejorar la gestión de nuestro negocio. Debemos de utilizar herramientas de Business Intelligence que nos permitan saber utilizar la información que tenemos para que sea útil y no sea un saco de datos infinito que nos maree sin aportarnos un beneficio palpable.  Estas herramientas pueden ser perfectamente de creación propia porque nadie como nosotros sabe cómo funciona nuestro negocio y por tanto somos los más indicados para ordenar y agrupar la información de la que disponemos.

Filtrar información para utilizar lo que realmente nos aporta valor y nos permite mejorar

En mi sector de la construcción y promoción-inmobiliaria aunque tenga sus particularidades al final es lo mismo pero adecuado a nuestro sector. Nosotros presupuestamos con un detalle determinado de capítulos y partidas a un tercero o incluso para nosotros mismos si somos promotores-constructores.  A su vez subcontratamos muchos servicios y productos con otro detalle en los contratos con estos terceros que a veces no se corresponde con nuestro presupuesto inicial a la propiedad. El control exhaustivo y la relación entre lo que nosotros presupuestábamos y el desglose de nuestros costes marca el resultado de nuestra obra. El control detallado de los costes de lo que nosotros subcontratamos junto con nuestros costes directos tanto de mano de obra directa como indirecta es lo que  nos permite tomar decisiones en nuestra obra o promoción. En nuestro sector cada obra o promoción se puede decir que tiene el tratamiento similar a una empresa independiente que tiene un resultado final. Hay unos costes compartidos de centrales y delegaciones que se reparten proporcionalmente según el volumen de cada obra pero se puede decir que un jefe de obra o un responsable de promoción realizan en muchos casos funciones propias de un gerente o un director general. Su dirección general es como un consejero para un director general de una empresa industrial o de servicios.
Ejemplo de desglose de costes en una obra.


Resumiendo, utilicemos herramientas que nos permitan controlar nuestra empresa al máximo detalle para mejorar nuestra productividad. Involucremos a todo el personal para que todos sepamos el objetivo que buscamos. Filtremos la información y no abusemos de ella, tenemos que ser capaces de utilizar lo que realmente aporta valor a nuestro negocio y no sobrecargar de información a nuestra gerencia y a nuestros directivos. Nunca nos adaptemos a herramientas de gestión cambiando nuestra forma de trabajar si no es por una decisión previa nuestra para mejorar, estas herramientas tienen que ser flexibles y adaptables a nosotros porque si no es así no valen para nosotros. Nadie conoce nuestra empresa como nosotros por lo que ayuda externa por supuesto que sí pero adaptada a nosotros y no al revés.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         Asier Oñativia

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