miércoles, 9 de abril de 2014

LA REVOLUCION DIGITAL Y LAS EMPRESAS


En el post anterior hablé de aspectos básicos para la introducción de las empresas en el mundo de Social Media. Esta vez voy a aportar datos sobre la revolución digital que estamos viviendo y reflexiones sobre la adaptación que va a exigir a nuestras empresas.

Voy a empezar dando unos datos estadísticos que nos sitúen en el momento que estamos viviendo. La media de edad de las personas que van regularmente a las oficinas bancarias es de 65 años. En cambio los clientes de 30/40 años van 1 vez al año (Yo muchos años no voy ni una y tendré cuentas en al menos 6 bancos).  Estos últimos van al cajero 12 veces al mes, utilizan 8 veces al mes la banca electrónica, si tienen app en el móvil la usan 2 veces al día, usan la tarjeta 4 veces al día y usarán en breve el móvil como medio de pago.


No es discutible, la revolución digital la estamos viviendo ya.


Ante este ejemplo de cambios claros en los hábitos de la gente que se puede adaptar a muchos más ámbitos de nuestra vida diaria parece claro que las organizaciones tienen que adaptarse. La sensación que tenemos es que los cambios no terminan nunca y la verdad es que es cierto. Pensemos siempre que no estamos en un nuevo entorno, estamos en un entorno que nunca va a dejar de cambiar. Si analizamos lo que hacemos se puede afirmar que estamos digitalizando comportamientos que antes no tenían nada que ver con el mundo digital (Contactos y acciones con clientes, amigos, citas, compras, bancos, reuniones,  etc. etc.)

Durante este año los usuarios de internet móvil sobrepasarán a los del PC y habrá más móviles conectados que población en la tierra. Son activados dispositivos móviles al día en el mundo 4 veces más que el número de nacimientos diarios. El grado de penetración de internet en los dispositivos móviles y la utilización de redes sociales crece de manera espectacular año tras año. Todos estos son y van a ser consumidores conectados. El poder de influencia en el mercado y hacia otros consumidores va a ser proporcional a su crecimiento. Me gusta mucho la definición del rol de este nuevo consumidor,  “No importa tanto la edad o el sexo, lo importante es su comportamiento digital que deja una huella digital”. Esto nos lleva a que podamos llegar a saber qué quieren, cómo, dónde y cuándo lo quieren. Su comportamiento deja huella y las empresas tienen que aprovechar tanta información.
Todo deja huella, la información da valor.

Este escenario nos lleva a que la empresa de hoy en día necesita mayor agilidad, flexibilidad, adaptación y muchas veces redefinir su modelo de negocio. Hay que simplificarlo todo y automatizar al máximo los procesos. Porque lo que hemos comentado del consumidor digital se puede transferir a la empresa. Todos estamos expuestos al público, el poder de este nuevo ecosistema digital permite que todo se pueda transmitir muy rápido y entre muchísima gente.


Estamos en un nuevo ecosistema digital.

La revolución industrial nos trajo productos más baratos y más fiables. Este escenario que vivimos es bautizado por muchos expertos como la revolución del cliente. El cliente cada vez va a exigir más y hay que ser muy flexible. La información que tiene el cliente hoy en día es brutal si la comparamos con unos pocos años atrás. Y lejos de estancarse todo indica que todo esto va a ir a más, esta era digital va a seguir creciendo y será cambiante según vaya evolucionando. No nos engañemos, el escenario futuro es incierto y habrá que adaptarse a los cambios continuos que nos va a tocar vivir. El consumidor digital todo parece indicar que en pocos años va a ser el grupo de consumidores más importantes del mundo (Se estima que será sobre 2020). Las nuevas generaciones van a crecer con este escenario de una manera mucho más natural y no van a tener un proceso de adaptación como el nuestro.

El poder del cliente no deja de aumentar.

Debemos intentar que nuestra huella digital como empresa sea la mejor posible. Si investigamos la opinión de nuestros clientes o nuestros potenciales clientes sobre temas relacionados con nuestra marca, producto o servicio nos permitirá obtener un feedback muy relevante. Busquemos nuestro nicho de mercado y adaptémonos a lo que el cliente y el consumidor requiere.



                                                                                               Asier Oñativia

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