Siempre es complicado admitir la frialdad de los datos
cuando se tiene ilusión en algo en lo que se cree y en lo que se ha invertido
mucho tiempo. Lo importante dese mi punto de vista es marcarse unos hitos en
tiempo y/o inversión que son los máximos hasta los que estamos dispuestos a
continuar sin asumir importantes cambios en ese proyecto en concreto o en
nuestro modelo de negocio tradicional. No se puede seguir si la realidad no es
la que creíamos que iba a ser. Las vendas no son para los negocios.
Todos conocemos empresas en las que los reporting periódicos
que se sacan a dirección marcan resultados negativos continuos en una línea de
negocio de la empresa. Muchas veces la empresa es sostenible por otras líneas
de negocio que mantienen a la línea deficitaria. Otras veces la sostenibilidad
se basa en la financiación externa. Ya sea por financiación bancaria o porque
nuestros acreedores cobran mucho mas tarde de lo que nosotros cobramos de
nuestros clientes. En este último caso mantenemos nuestra actividad porque nos
financian nuestros proveedores con una caja “irreal” entre el plazo de lo que
cobramos y lo que pagamos. Si nuestro volumen de negocio se resiente o tenemos
impagos o atrasos en los cobros no podremos pagar a nuestros proveedores y a
nuestros empleados. Nos habremos estado engañando durante mucho tiempo creando
un agujero financiero cada vez mayor en las finanzas de nuestra empresa.
Con esto quiero decir que siempre debemos de analizar muy
bien la viabilidad de nuestros productos, clientes, delegaciones, líneas de
negocio, productos, servicios, etc. hasta
el máximo detalle para tomar decisiones basadas en datos. Por eso tenemos que
tener un sistema de gestión analítica de nuestro negocio que nos facilite tomar
estas decisiones. Y en caso de que los datos sean claros no podemos mirar para
otro lado porque presentemos un beneficio quizás “irreal” o porque nuestra caja
nos permita continuar con nuestra forma de trabajar actual. No hay nada más
fácil que cambiar el resultado contable de una empresa. El beneficio debe ser
real y no manipulado por un asiento contable.
Los datos que tanto nos cuesta mantener y obtener en nuestro
negocio tienen que ser la realidad de nuestra empresa al máximo detalle para
que la dirección pueda tomar decisiones basadas en lo que pasa realmente en nuestra
empresa. Los márgenes de maniobra no pueden ser infinitos porque al final nuestro
modelo de negocio se resentirá si no tomamos decisiones.
Explotemos al máximo la información de nuestra empresa para mejorar en nuestro
día a día interno y en ofrecer un valor añadido cada vez mayor a nuestros
clientes. Reinventarse continuamente es la clave del éxito.
Asier Oñativia
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